La
veía siempre en la misma parada de bus, coincidíamos ahí, era una bella
mujer de mi edad, un poco mas de 30 años, de cabello muy oscuro,
sonrisa clara y ojos dulces color miel, su mirada, en ese rostro serio,
parecía que sonreía y eso era lo que me atraía de ella, la miraba
siempre y ella se que me miraba, en ocasiones bajaba su cabeza y sus
labios, rojos y carnosos sonreían.
Durante
mucho tiempo no cruzamos ni una sola palabra, solo era esa intima
relación de nuestros ojos, que parecían que hablaban y nos decíamos
todo.
Un
día muy lluvioso , y estando la parada bus repleta, aproveche la
situación par acercarme a ella y por supuesto decir una frase que ahora
me parece estúpida, aunque creo que es estúpida de por si, pregunte muy
seguro de lo que decía
-Llueve ?
Ella con una sonrisa que ilumino ese rincón dijo...
-Sip... de arriba para abajo...
y
la risa se hizo sentir, pero al mirarme, solo quedo una hermosa sonrisa
tímida y esa boca que deseaba se cerro, dije algo mas y logre que me
mirara...
-Fue algo estúpida mi pregunta, ya que no solo llueve sino que lo hace de arriba para abajo y muy fuerte...
Su voz volvió a sonar , hablaba muy bajo, pero sus palabras se entendían , su voz era clara y suave, era como una caricia...
-Fue gracioso y la mejor forma de entablar conversión...
Y
girando fue hacia la orilla de la vereda ya que se acercaba el bus,
casi corrí para alcanzarla, hoy debía ser el día de poder hablar y saber
mas de ella.
Subimos
ese coche no llevaba mucho pasaje, eso era bueno ya que tenia la
oportunidad de estar junto a ella, vi unos asientos al fondo del bus y
me dirigí y me ubique en uno de ellos, me miro y vi como su sonrisa
volvía a ese bello rostro, me gusto porque moviendo su cabeza en seña de
una negación se sentó junto a mi, del lado de la ventanilla.
Fue
mágico cuando me pidió que la dejara pasar, así lo hice, me levante y
me corrí, dejando lugar para que pasara, pude sentir el perfume de su
piel y como u mano rozaba la mía, se sentó y yo me senté junto a ella,
hablamos de muchas cosas, cosas con importancia y sin ella, la vi reír y
suspirar pensando en concretar sus sueños, después de ese día,
esperamos siempre el bus que viniera con menos pasaje para poder
sentarnos y conversar.
Un
día subimos y nos ubicamos como siempre y hacia mucho frió , así que
tome su mano entre la mía y ella me miro y antes que dijera que no metí
su mano y la mía en el bolsillo de mi campera y entrelazamos nuestros
dedos y apoyo su cabeza suavemente sobre mi hombro, bese su frente , y
acaricie su rostro, cuando fuimos a bajar roce sus labio en pequeño beso
y nos dijimos hasta luego.
Cada
día era hermoso, cada vez me enamoraba mas de ella y ella de mi, pero
no todo dura para siempre, nunca preguntamos nada sobre uno o el otro,
si eramos casados o juntados o si teníamos novia o novio, solo
hablamos de lo que sentíamos, hasta que me dijo que le quedaba solo
una semana junto a mi...le pregunte porque y me respondió, mi esposo
viaja a Estados Unidos con la empresa que trabaja y nos vamos a vivir
ahí, mi corazón se estrujo y sentí que las lágrimas corrían por mi
rostro, vi como ella también lloraba, me voy el sábado, me dijo y sentí
como su mano se aferraba a la mía, la bese y desee que todo fuera un
sueño, pero era la cruel realidad, entonces le dije ...
-El viernes pon una escusa valedera y regala me un ida tuyo.
Ella me miro ...sonrió y dijo
-Así sera ....
Ese
día muy temprano me levante y apronte todo, seriamos uno solo, la amaría
, y ella se llevaría con ella lo mejor de mi, corrí a la parada de bus y
ahí estaba parecía salida de un hermoso cuento de Hadas, me sonrió y
nos alejamos en nuestro bus, así lo llamábamos,, pero esta vez
bajaríamos en otro lugar....
El
lugar era muy especial, había pertenecido a mi abuela y era una
hermosa casa quinta , alejada del centro de la ciudad, estaba cuidada
por un casero que vivía con su esposa al fondo del gran terreno, yo ya
lo había llamado, el y su esposa habían dispuesto todo para que
pasáramos un día inolvidable, la abrace y la bese y entramos, su rostro
se ilumino y sonrió, estábamos seguro y nadie nos vería así que la
abrace y la bese como desee hacerlo desde el mismo día que la conocí,
nuestra manos se buscaban y nuestras bocas se mordían, las palabras
dejan ron de importar y el deseo y la pasión de ese amor que sentíamos
fue el único lenguaje, cada rincón de nuestros cuerpos fue descubierto
con el roce de nuestras manos y cada gemido era el alcance de la gloria,
nos amamos , nos disfrutamos y sentimos el cansancio del amor y entre
sabanas revueltas nos dormimos, cuando despertamos era ya la tarde y
debíamos partir, sabíamos que esa había sido el comienzo , pero también
el final de algo maravilloso, habíamos sido uno del otro una sola vez,
pero lo seguiríamos siendo hasta el final de los tiempos...
Bajamos del bus, nuestras manos se soltaron y nos alejamos en sentidos opuestos...nunca mas la vi....
Avefenix